miércoles, 15 de diciembre de 2010

No tomó ese camino

…Y no es que ése no fuera el momento de huir,
era el lastre que arrastraba consigo.
Llevando sus recuerdos… ¿para qué otros caminos?
lo que era su tormento con él se lo llevaba.
Había un solo camino a recorrer, ligero
de peso; un oscuro túnel y una luz al final…
no tomó ese camino.
Sus recuerdos, la vida le anduvo persiguiendo,
y él se dejó alcanzar,
acariciando su, ahora, amable cara.

(Del cap.III, "De ahora y de siempre")

viernes, 10 de diciembre de 2010

Lluvia

Los pájaros, en las moreras,
alborotan con sus cantos.
Es otoño, está nublado, no hay frutos,
se me antoja un concierto extraño.

Otoño...los árboles se están desnudando,
pudorosos, con luces grises
de cielo plomizo y sol cansado.
Las tierras están sedientas, abiertas,
cual amante lujuriosa, hambrienta.

Las hojas secas –brasas apagadas
del verano- acogen mis pasos,
su crujido es la mustia letra de una canción
de letargo, de muerte, de espera.

Gimen, melancólicas, las nubes,
los pájaros callan, se cobijan en sus nidos,
las arizónicas me regalan su aroma,
el campo exhala, complacido,
su perfume a tierra mojada.
Mi andar, con la lluvia, se hace más lento;
quiero sentir el agua en mi cara,
en mi piel seca, -como la tierra, arrugada-
por sus surcos las gotas resbalan,
inundan mi corazón de sosiego;
agradecido, mis ojos levanto
al generoso cielo.

(Cap.III, "De ahora y de siempre")

viernes, 3 de diciembre de 2010

Bosque

Catedral, monumento verde en la espesura,
tus columnas se levantan al cielo
con el ulular del viento,
tejiendo, en sus ramas, la gran cúpula.

El sol se filtra entre las cristaleras del aire
y múltiples reflejos;
leve luz, muy tenue, que invita a la contemplación,
a la melancolía; soflama de ilusiones
perdidas,
vía crucis de pasiones y vidas solitarias.

El rumor del arroyo recorre tus sombras, cual
agua bendita irreverente,
se envuelve con sonidos de timbales de cigarras,
con cantos de aves y los rugidos de alimañas.

(Cap.III, "De ahora y de siempre")

sábado, 27 de noviembre de 2010

Vagabundo

Va arrastrando con sus pies, cansados, su historia.
Sus pasos pesan, sus pensamientos vuelan;
van y regresan; sus ojos no miran a la gente que le observa;
sólo unos metros de acera.

Vecino del mundo, inquilino de cajas
de cartón en algún lugar, en cualquier rincón.
Cuenta las estrellas, las pone nombres, conoce
sus destellos.
A la luna enamora cuando vela sus sueños.

Su ropa conoce todas las ciudades;
es su fiel compañera, su mugre es su experiencia,
cada mancha una historia, alguna, quizá, muy bella;
su cara, a veces, lo dice cuando sonríe
con ojos que viajan muy lejos.

Me pregunto de qué vive; su orgullo
de qué le alimenta.
Su barba es el calendario, son sus muescas
en la cara negra de soles, lunas y vientos,
de noches mirando la nada, que le embriaga.

No tiene edad, nombre ni procedencia;
su destino pasar por caminos que no sabe
a donde van,
¡qué importa de donde vengan!

(Cap.III, "De ahora y de siempre")

domingo, 21 de noviembre de 2010

El anacoreta

Entre las rojizas y escarpadas rocas, donde
los buitres plantan sus nidos,
en una estrecha gruta, una escuálida figura
permanece estática, las rodillas en tierra.

Sus huesudos brazos, desnudos y en cruz,
parecen dos estacas.
Su calva se confunde con el color de las rocas.
Una pelambrera cana -ovillo desmadejado de lana-
cae a su espalda.

Su torso, así, desnudo, del color de la calva.
Unos harapos blancos, atados con cuerdas,
impiden su desnudez, sus vergüenzas ocultan.
Sus pies, sucios, con uñas largas -cual garras-.

El graznido del buitre rompe la paz;
rebota en las rocas de la gran mole de piedra,
se pierde por el horizonte,
acompaña al sol que por allí se esconde. Mientras
el santón reza y llora…

Cap.III,"De ahora y de siempre")

sábado, 13 de noviembre de 2010

Viento

Corcel desbocado e irascible, eres el soberbio
elemento, con ondulante capa invisible.
Fustigador, con látigo de infinitas colas,
azote de equilibrios; encrespas océanos,
domeñador de tupidos y salvajes bosques,
violador de las más profundas y negras simas...
Tu ulular es tétrico alarido de mil muertos,
tus largos brazos, desgarrados, todo lo abarcan.
Tu gemido lúgubre, insolente y lastimero
evoca la inicua carcajada de la parca.

Cuando, por fin, te alejas la calma invade mi alma.

(De cap.III, "De ahora y de siempre")

sábado, 6 de noviembre de 2010

Mieses y flores

La primavera ha llegado, atrás quedó la guerra.
Han crecido
-entre cascotes de metralla-
las cebadas, los trigos,
-ganarán batallas al hambre
de los vivos-
las amapolas han florecido.
Mieses y flores...
homenaje a los muertos
que, en los campos, han caído.

(Cap.II, "Recuerdos con el sepia de los años")

sábado, 30 de octubre de 2010

Se hizo el mal por todos...

Dejémonos de colores,
rojo, azul, azul y rojo; ¡basta ya!-
acabemos, de una vez por todas,
con las dos Españas.

Gobernantes y gobernados
dejémonos de odios;
miremos hacia atrás
sin iras ni rencores;
no encendamos, una vez más,
la mecha de la venganza.

Los odios traen las guerras
y el rescoldo de la guerra
-campos y ciudades
con sangre, inocente, derramada-
es más odio.

Han pasado los años, nada es igual que entonces;
atrás quedó, en aquella mísera España,
el analfabetismo, la injusticia, el hambre;
hoy al pueblo no se le engaña.


(Del cap. II, "Recuerdos con el sepia de los años")

martes, 26 de octubre de 2010

Sobre “Frente quebrada”

Mi amigo de Sigüenza, Antonio López, una vez leído mi libro, ha reconocido en el poema “Frente quebrada” al personaje al que están dedicados esos versos. Me envía un correo, diciéndome entre otras cosas:


“...Por cierto... Frente quebrada, supongo que está dedicado al Mosta.
He investigado a través de sus compañeros los pilotos republicanos que visitan habitualmente el Museo del Aire, su historia personal y no estuvo en ninguna prisión después de la guerra. Incluso hizo la mili, como cualquier otro ciudadano -un poco más vigilado-
Fue observador-bombardero en el ejército republicano
En su expediente militar figuran
El 16-01-1937 ascenso a Sargento, publicado en la “Gaceta Republicana (Nº 47) el 16-02 –37.
El 01-09-37 ascenso a Teniente, publicado en el Diario Oficial (Nº 245) el 12-10-37
El asunto del ascenso a Coronel, se llevó a efecto durante la transición, pues a los militares con graduación, suficientemente acreditada, sin delitos de sangre, además de reconocérseles el grado, se les ascendía hasta el de coronel.Y éste fue uno de los casos, aunque se negó a solicitar el reconocimiento de su participación y grado.
Estos documentos, a pesar de su negativa, fueron puestos en marcha por sus antiguos compañeros -la mayor parte ya han fallecido- a los que he conocido en sus visitas al Museo del Aire y me han informado de estos datos. Incluso fueron a visitarle a Sigüenza, para convencerle, acompañados de su hermano que era Coronel de la Guardia Civil.
Reiteradamente se negaba a solicitar nada a su favor; quizá ésto y su huraña personalidad fueran a consecuencia de que derribaran su avión en combate, lo que le causó graves lesiones en la cabeza

Justo unos pocos meses antes de su muerte, le fué reconocido su grado de teniente y ascendido a coronel, con su correspondiente sueldo, que no pudo disfrutar.
Un abrazo
Antonio”

sábado, 23 de octubre de 2010

Frente quebrada

Ojos negros, hundidos, mirada en extravío.
Labios en rictus de ascos y maldiciones,
espalda curvada por años en roto delirio;
sonámbulo despierto de días y noches.

Camina con paso inseguro, agotado,
hastiado de todo y de todos.
Sus brazos caídos, desmayada alma
en cuerpo de gigante, de complexión enorme.

Muchas veces tumbado o recostado
sobre cualquier muro; en la mano, siempre,
una botella,
su única compañera, ignorando al mundo
del que es apartado, en el que es confinado.

Mira al cielo: aún surca los caminos,
entre nubes, que cruzó con su avión de guerra;
en su cabeza rugen los motores,
las metrallas, las explosiones...

Poco más dejó saber de su historia.
No quiso huir; vivió su destierro
bajo los cielos en que hizo la guerra,
la guerra que perdió; vencido por dentro,
vencido por fuera.


(Del cap. II, "Recuerdos con el sepia de los años")

martes, 12 de octubre de 2010

Voy a ir publicando los poemas de los otros dos capítulos de Belleza cruel en este blog para que así esté el libro completo, y podáis leerlos los que no seguís el otro blog donde están publicados. Quedará aquí el libro, aunque los poemas no estén en su orden de edición.

Año 1958

No escapábamos del rosario, de los curas del colegio.
Paseábamos la alameda con las manos en los bolsillos, rotos,
llenos de frío.

Mirábamos al negro cielo, hacíamos guiños a las estrellas,
cantábamos “en el año dos mil y pico... el hombre podrá volar”
-año 2000...qué lejano, muy lejano, nos parecía remoto, inalcanzable,
más que cualquier galaxia, -¿llegaríamos?-.

Filosofábamos, hablábamos de los aviones “a propulsión a chorro”.
Fumábamos, a trozos, los “Ideales” amarillos
con pestazo de colillas apagadas,
guardadas, escondidas, en los bolsillos del abrigo.

Hablábamos de Maribel y de Charito, mirábamos al cielo, ¡qué frío!,
las manos en los bolsillos, calor en las ingles.
La luna, galleta de plata, nos miraba, se reía congelada.

Recitábamos a Jorge Manrique, San Juan de la Cruz.
Cantábamos rancheras, silbábamos el “Puente sobre el río Kwai”
y, a veces, hablábamos de religión y matemáticas.
Y pasaba la tarde invernal del Domingo, calada tras calada
de los cigarrillos “Ideales” amarillos.

(Del cap.II, "Recuerdos con el sepia de los años")

viernes, 1 de octubre de 2010

El desengaño

Tiene el cuerpo de adolescente marchita, arrugas
incipientes en su cara, sus ojos grandes,
como dos faroles, pero apagados...

Su caminar por la calle es ligero
aunque nadie en casa la espera.
En el trabajo es alegre pero discreta;
su misterio es la vida que hace fuera.

Conoció el amor con pasión y fuerza;
muchos días y noches,
así varios años...

Un mal día -quizá mal día no fuera-
vio al hombre que quería;
otra mujer llevaba de su brazo,
ambos... un niño y una niña en cada mano...

El corazón se le quedó helado;
no se creía lo que veía.
De inmediato entendió
por qué, a veces, a su amor no tenía.

Se había escondido detrás de un árbol
mientras ellos pasaban de largo
riendo, hablando...
quedó temblando pegada al gran olmo.

Eso ocurrió ya hace años.
Salió huyendo;
en otra ciudad está viviendo
su cruel desengaño.

(De "Belleza cruel" cap.I, "Mujer, deja que te hable de amor")

viernes, 2 de julio de 2010

Y llegaste, colegiala

Vacío y soledad,
sombras entre sombras,
cielos sin estrellas, noches eternas,
lágrimas en la almohada.

Luz del final del túnel; uniforme con trenzas,
carreras sin fin, risas en cascada,
ojos, luceros del alma.

Miradas a hurtadillas, miradas con sonrisa,
sonrisas con convite, sonrisas con tristeza;
risas por todo, risas por nada.

Pregunta en la mirada, respuesta sin palabras;
ojos que hablan, ojos que piden, boca que sacia.

Cuerpos que se buscan,
caricias bien llegadas.
Sentimientos encontrados, sentidos latentes,
piel amada... Llegaste, colegiala.

(De "Belleza cruel, cap.I, "Mujer deja que te hable de amor")

viernes, 18 de junio de 2010

Madre rota

El otoño luchaba con el invierno,
perdiendo la partida.
Era una mañana fría de Sigüenza,
muy fría, gélida.

Las nubes habían teñido de noche el día.
El aire clavaba la lluvia en nuestras mejillas.

El pinar, mientras, nos regalaba
con el aroma
de tierra y plantas mojadas;
tomillo y romero y, también, resina.

Las copas de los pinos
nos saludaban silbando,
se inclinaban con el viento,
al paso de nuestras correrías.

El castillo, en ruinas,
nos miraba helado;
no se creía tanta alegría,
en día tan ventoso y frío.

Confundidos con los silbidos,
que los pinos emitían, nos llegaron... ¿lloros...
gritos...? Corrimos hacia el camino
que las ramas cubrían.
No lejos, una mujer,
desafiando a los elementos,
se dirigía hacia el cementerio.

Apenas en falda y camisa,
llevando una pequeña caja
del color de las astillas.
Entre quejidos y sollozos subía.

A su niña, muerta, iba hablando, acariciando,
chillando, susurrando,
gritando al cielo.
A nosotros nos ignoraba; no nos veía...

De un resbalón caía a tierra;
en el suelo abrazaba aquella pequeña caja;
la acariciaba, la besaba,
mientras, desgarradoramente,
“mi pobre niña”, decía...temblando.

(De "Belleza cruel", cap.I, "Mujer, deja que te hable de amor")

domingo, 6 de junio de 2010

Mujer sola

Rostro sereno, aún no ajado.
Ojos profundos, inquisidores.
Boca de pétalos desflorados
de sus primaveras.

Senos que nunca fluyeron mieles,
que nunca amamantaron aunque el amor y el placer
gustaron,
henchidos en deleites y goces.

Cuerpo provocador de envites apasionados,
de relajación
de miembros enlazados, reincidentes y locos.

Los amores... aves de paso; en su sentimiento
no anidaron,
sólo posaron, descansaron su fugaz vuelo.

(De "Belleza cruel",cap.I, "Mujer, deja que te hable de amor")

lunes, 31 de mayo de 2010

Al cabo de los años

Se han encontrado después del tiempo transcurrido
que ha hurgado en sus rostros...
pero se han reconocido.
Sus ojos, húmedos, se miran, se admiran,
incrédulos, el uno al otro.

Han entrelazado sus manos
con cariño, con gestos temblorosos,
como niños con juguetes rotos.
Ella frágil, sus cabellos de seda,
blancos, como su piel, luminosos.

Se han cruzado pocas palabras,
permanecen silenciosos.
Sus miradas interrogan;
tienen mil preguntas en sus labios, se las callan;
a saber no se arriesgan.

Pronto se dirán que sus amores
guardaron sus ausencias,
que sus corazones solos estuvieron siempre,
que a nadie más amaron, que nunca se casaron.

Que coincidieron siempre sus sueños, imploraron
sus caricias, se buscaron sus cuerpos,
que, sólo, sus almohadas recibieron sus besos,
sus lágrimas, sus secretos.

Siguen parados en la acera, donde
se han encontrado, ajenos al mundo que les rodea,
a las miradas de curiosos.
Sus vidas ahí y ahora empiezan...

(De "Belleza cruel" cap.I, "Mujer deja que te hable de amor")

sábado, 22 de mayo de 2010

Aquel café

Sobre el mármol frío de sus mesas
-lápidas de “te quieros” e historias muertas-
mi lápiz desgranaba en el papel
mi amor en la distancia.

Mis ojos escrutaban el agua de la jarra
-bola de cristal de amor brujo-
queriendo ver tu cara,
temiendo ver tu olvido en falsas adivinanzas.

Aquel café era mi cálido refugio,
continente de nostalgias...
tu silla... vacía de ti, el aire reflejando
tu mirada.
Aún flotaban tus palabras entre el humo...
Mi espera con el tabaco quemaba.

(De "Belleza cruel", cap.I, "Mujer, deja que te hable de amor")

sábado, 15 de mayo de 2010

Noche de verano

Está caliente la noche y aún la luna no la besa,
el sol se va por las laderas en busca de otras
tierras.

Hay un silencio infinito, ¡callad!, que la luna
ya se acerca...
está celosa del sol que a la tierra,
así, calienta.

El aire huele a jazmines,
los ruiseñores, ahora, lo festejan;
con el jolgorio de sus cantos a los insomnes,
más, desvelan.

Frescos están los olivares
reflejando la luz de sus hojas,
las lechuzas entonan sus cantos,
los pastores guardan sus ovejas.

Los amantes el calor de sus cuerpos cabalgan;
baten sus sudores, los bañan,
cruzan caricias, besos, suspiros, risas...
luego, sus cuerpos y almas se relajan,
quedan quietos.

(De "Belleza cruel", cap.I, "Mujer, deja que te hable de amor")

domingo, 9 de mayo de 2010

Tedio

Ella y él pasan los minutos
sin decirse palabra,
y las horas, las noches, y los días...
Muere, en silencio,
el amor que se tuvieron.

(De "Belleza cruel", cap.I, "Mujer, deja que te hable de amor")

domingo, 2 de mayo de 2010

Tú, mi amor

Eres como la tarde de Domingo,
dulce y sosegada.
Tienes mirada cálida, el sol en tus ojos,
amor en sus brillos.
Tu melena, sedosa,
acompaña, en su huir, a la brisa.
Tus labios en sonrisa suspendidos.
Tu piel fresca,
como el anochecer,
con aroma de jacintos y miel.
Tu cuerpo -campa de espliego, de juncos
y trigo-
es paseo preferido de mis caricias y mis besos.
Eres laguna misteriosa, donde la luna
mira –admira- tus destellos.
Tu boca rosas, jazmines y frutos del Edén.

(De "Belleza cruel", cap.I, "Mujer, deja que te hable de amor")

viernes, 23 de abril de 2010

Cuando caminas, niña

Cuando caminas, niña,
se revolucionan las calles,
ahítas se quedan las esquinas,
en los parques los sauces lloran
sus ramas, pidiendo que no te vayas.

Las ventanas se llenan de fascinados ojos
por ver tu linda y excitante figura,
las aceras te esperan con ansia,
el sol, ¡qué envidia! te acaricia enterita,
con sus lascivos y ardientes rayos...

¡Con qué gracia mueves tu cuerpo!
tu melena cómo resbala por tu cara,
tus ojos...cómo deslumbran al mirar,
cómo hechiza, cómo cautiva tu sonrisa,
cuando, con tu inocencia, saludas al pasar.

Tus vestidos moldean tu cuerpo,
cubren tu belleza, como las cortinas
amparan monumentos; a la luz le da miedo
llegar a tu piel, mostrar tus encantos,
descubrir tus secretos...

La brisa lleva el perfume de tu cuerpo;
de rosas y jazmines es el aroma
y, también,
el color de los labios que asoman en tu cara,
quizá, ávidos de amar.

Mientras, tus cabellos flamean
cual banderas, orgullosas,
de los imperios de la juventud y belleza.

(De "Belleza cruel"cap.I, "Mujer, deja que te hable de amor")

jueves, 15 de abril de 2010

Tu mirada me atraviesa...

Me miras como si yo fuera, para ti,
desconocido,
como si vieras a otro que yo no conociera,
como si yo fuera distinto al de antes
...como si ya no me quisieras.
Tu mirada me atraviesa
como si yo fuera invisible,
como si tú ya no me vieras.
Cuando me miras
tus ojos me hablan de total indiferencia.
Quisiera que fueras ciega
de esa forma de mirarme
y que, así, mi amor, tú no me vieras.

(De "Belleza cruel", cap.I, "Mujer, deja que te hable de amor...")

jueves, 8 de abril de 2010

¡Ay, mi amor!

Líbrate de sucumbir a ese amor,
que dicen que no te conviene…


Si tú les escucharas, oirías los argumentos
que oyen todas las esquinas...

Señor, Señor! Como si el corazón se abriera a la razón,
al cálculo, a la suma.
¡Yo quiero a mi niña morena!
y soy sordo cuando sus ojos me miran como me miran,
y soy ciego cuando sus labios pronuncian mi nombre,
y subo al cielo cuando su piel acaricia mi piel.

Y dicen... lo que digan,
sonrían... como sonrían;
¡yo quiero a mi niña morena!

¿Podría vivir, mi amor, sin tu amor?
¿Podrían mis ojos ver, sin a ti, mi amor, verte?
¿Podría mi piel gozar,
sin mi piel gozar de tu piel?

¡Ay, mi amor, es mi alma esclava de tu alma!
Y lo que digan...y como sonrían...
no es nada que pueda detener
nuestra loca pasión desatada.

(Del poemario "Me traía una sonrisa")

domingo, 28 de marzo de 2010

Alientos del alma

Me asomo al mirador del tiempo;
¡cuánto tiempo transcurrido! -aun siendo tan exiguo-.
Años de infantiles batallas, de primaveras
en mis venas,
en mis ojos luces escudriñando el futuro;
cabeza enloquecida de ilusiones
y esperanzas,
de amores tiernos;
chicas con pecas, con trenzas,
con enaguas, cancanes y sandalias.
Paseos por los pinos, temblores en las piernas,
sentidos latentes,
curiosidad por lo desconocido,
miradas cómplices.
Roces de piel, besos inocentes -¿inocentes?-
con explosión de sentidos miedos y vergüenzas,
rondas románticas, luz de luna… las guitarras.
Pechos palpitantes,
palabras entrecortadas, perdidas, voz ronca.
Con cielos estrellados canciones italianas;
primeros bailes,
abrazos verticales… y los cuerpos
enfrentados, alientos de dentro, de deseo,
alientos del alma.

(De "Belleza cruel", cap.I, "Mujer deja que te hable de amor")

sábado, 20 de marzo de 2010

Y un mañana

Y un mañana –no sé cuán cercano-
alguien habrá cerrado mis párpados;
ya no veré tu dulce sonrisa,
ni tomaré tus manos,
ni acariciaré tus cabellos,
ni veré los soles de tus ojos,
ni oiré la música de tus labios,
pero... te seguiré amando.

(De "Belleza cruel", cap.I, "Mujer deja que te hable de amor")




Und ein Morgen
Und ein Morgen – ich kann nicht, nahe jedem meine
Augenlider geschlossen hat; nicht mehr sehe ich, daß Ihr süsses Lächeln weder ich Ihren Händen nehme, noch ich Ihr Haar streichele, noch ich Sonnen Ihrer Augen sehe noch die Musik Ihrer Lippen höre, aber zu Ihnen ich fortfahre zu lieben.

(Traducido al alemán por Anna Rossell)

sábado, 13 de marzo de 2010

Sed

Y es de ti que tan sediento estoy
que cuanto más bebo de ti
más de ti estoy sediento.

(De "Belleza cruel" cap.I,"Mujer deja que te hable de amor")

martes, 9 de marzo de 2010

A PETICIÓN DE ALGUNOS DE VOSOTROS, UN PEQUEÑO COMENTARIO DEL ACTO DE PRESENTACIÓN DEL LIBRO " HAZVERSIDADES POÉTICAS", DE ELVIRA DAUDET.

La presentación corrió a cargo de Jaime Alejandre, director del proyecto de "Hazversidades poéticas" que, como es costumbre en él, deleitó con sus inteligentes y simpáticas palabras. Fué muy generoso para con Elvira, aunque creo que Elvira se merece muchos elogios, como persona y como escritora.
“Todo pasa y todo queda”... y ahí quedaron los poemas de Elvira Daudet, en las mentes, en los corazones y en los ojos húmedos, regados por la emoción de los asistentes a la lectura de los poemas de su -Hazversidades poéticas- mini libro, de tamaño, y gigante en contenido de sentimientos y emociones que se desboradaban en cálidos aplausos, después de cada poema
El café Libertad 8, lleno; no se pudo admitir a más público por el aforo del local -a los que se quedaron en la calle, nuestras disculpas- y muchos, también, se quedaron sin poder adquirir el libro por haberse agotado.
Obsequiaron a Elvira con su presencia: Marta García Sánchez, asesora de la Ministra de Cultura, Teresa Aranguren del Consejo de TVE, Emilio Porta vicesecretario de la Asociación de Escritores, Ramón Irigoyen, Juana Vázquez, Carmina Casala, Juan Carlos Atienza, Santiago Tena, José Luis Torres, mis compañeros de blogs y formidables poetas Carmen -Media Luna- y Jesús Arroyo... a parte de amigos, familiares, etc. etc.
Espero que Elvira repita la presentación de otro libro en un futuro, bien sea en prosa o poesía.
Colgaré el vídeo de la presentación en breve.
Si queréis ver la crónica de Jaime Alejandre sobre la presentación, buscar en Google Hazversidades poéticas.
Saludos.

lunes, 8 de marzo de 2010

DÍA DE LA MUJER; PARA TODAS ELLAS...

Mujer de hoy

Mujer, en ti la naturaleza, generosa,
se recrea.
Tu cuerpo es vida, tu belleza la adorna, tu amor
la sustenta.

Mira para adelante,
evita echar hacia atrás la mirada, no sea
que la imagen de la esclavitud herirte pueda.
Los años en vano no pasan.

Con tesón y trabajo
te lo has ganado;
nadie te ha regalado nada, más bien,
lo contrario; has empezado desde más abajo.

Tu triunfo a las cotas más altas se dispara
y, mientras, tu rival ya te concede trato igual;
¡qué generoso!

(Del poemario:"El otoño en tus ojos")

martes, 2 de marzo de 2010

El edén

Recorrí tus caminos y tus fuentes,
bebí, sediento, de ellas. Subí a tus montículos,
me deslicé a tus valles,
libé en sus flores, comí de sus frutos;
encontré el edén
en el universo joven de tu cuerpo.

(De "Belleza cruel", cap.I, "Mujer deja que te hable de amor")

lunes, 15 de febrero de 2010

Clamaré

Clamaré en tus oídos,
atrayendo tus pupilas a mis ojos.
Respiraré el aire que tú respiras
y desprecias.
Seguiré tras de ti,
me embriagaré del aroma de tu cuerpo y, entonces,
se unirán nuestras almas.

(De "Belleza cruel", cap.I,"Mujer, deja que te hable de amor")

lunes, 8 de febrero de 2010

Belleza cruel

¡Oh! muchacha de encantos
inexplorados.
¡Oh! belleza cruel, cuerpo incendiario,
-mirada inocente, sonrisa huidiza,
andar despistado-
objeto de miradas abismadas
y carnales ansias.
¡Oh! inocencia destructora de corazones,
sosiegos y templanzas.
Sin tú quererlo, sin saberlo,
¡no sabes lo que provocas…!

miércoles, 3 de febrero de 2010

Amantes

Conocen sus cuerpos,
sus vidas... a retazos,
acuerdo tácito;
no les preocupa más.
Se ven muchos -pocos- días, se ven y se gozan,
siempre a escondidas; su pueblo es pequeño,
las ventanas ojos anidan,
abiertos a cualquier movimiento.

Sus amores emigran sus encuentros
a otros lechos,
donde sus caras no son conocidas.
A penas tienen horas,
las buscan,
como sus cuerpos buscan sus caricias,
como sus labios sus besos.

¿No hay nada tras esos arrumacos,
tras esos te quiero...
te quiero, te quiero...?
¿Son simples jadeos,
es una forma de hablar tras el envite fiero?

No hablan de amor.
A su arrebato dan rienda suelta;
siempre lechos extraños, alquilados.
Dejan sábanas mojadas, sudadas,
enredadas por el fragor de sus batallas,
por los lances de sus pasiones desatadas...

Nunca acabadas de saciar,
se encontrarán otro día;
aún no saben cuándo, ni en qué lugar;
son encuentros
itinerantes, prófugos, culpables,
errantes, ocultos;
acuden a la cita de la llama que nunca
acaban de apagar.

No piensan en un futuro;
no dan por acabada su historia
ni piensan cuanto durará.
Ella o él, otra vez, una más,
se llamarán; otro sitio distinto,
nuevo escenario,
nuevo nido
de su loco desvarío.

(De "Belleza cruel" cap.I, "Mujer deja que te hable de amor")

sábado, 23 de enero de 2010

En tus brazos

Estás dormida a mi lado;
acaricio, con mi vista, tu cuerpo,
al sueño abandonado;
en tus labios una sonrisa...

Tus cabellos desparramados,
tus manos en tus brazos, como abrazando;
quisiera estar en medio...
sin estar en ti ¡qué solitario me encuentro!

La almohada recibe tu aliento,
tus ojos están cerrados,
tus senos libres,
con tu respiración, cabalgando.

Quisiera estar en tus sueños,
quisiera ser tu niño mimado;
tú estar siempre pendiente de mí,
ser yo... tu juguete adorado.

(De "Belleza cruel" cap.I, "Mujer deja que te hable de amor")

sábado, 16 de enero de 2010

Noche de San Juan (Brisas)

Una fresca brisa ondeaba sus cabellos
con lento movimiento, acariciaba sus senos
con el leve tremolar de su vestido,
se deslizaba suave, como la noche,
como de amor dormido.

Traía aromas de verano
de rosas, de jacintos, de pinares cercanos,
de tierra mojada, de heno, de hierba
recién cortada.

Noche de San Juan, de limones,
de tormentas, de amores, de hogueras y promesas...

Tu me diste una flor yo te di toda mi fuerza;
fluía la pasión,
mis besos ahogaban tu candor,
mis brazos poseían tu cuerpo.

Cantares de la madrugada nos despertaban;
aún nuestros cuerpos uno,
los cabellos mojados por la escarcha,
al alba.

Nos saludaba otra brisa más fresca,
más lozana,
mientras el sol cegaba nuestros ojos
y nos dejaba desnudos.

sábado, 2 de enero de 2010

La mujer y el espejo

Se ha desprendido de la última prenda
que la cubría; ahora está desnuda ahí,
frente al espejo.

Como si fuera un rito,
va recorriendo, milímetro
a milímetro, poro a poro, su piel;
sus ojos, escrutadores y críticos, viajan
por todo su cuerpo.

Su cara de piel tersa, ojos grandes, de profunda
y dulce mirada,
de miel, que no acarician a nadie.
Su cuello, frágil, con caracolillos
donde el cabello nace.

Hombros que dibujan su delicada
silueta, con leves cuencos...
Su espalda se desliza, entre arcos,
suave, armoniosa, hasta el cóncavo de su cintura.

Sus senos erguidos, armados
con puntas mirando al cielo,
con círculos sonrosados,
erizados y con minúsculos montecillos;
por ellos resbalan sus manos...

El valle de su vientre es recorrido
con mano ávida,
con sutil y fugaz movimiento se dirige
a su sexo,
con escaso vello, siempre desierto...

Por un momento tiembla su cuerpo...
las caricias no van más lejos;
continúa por sus muslos
deslizando sus dedos.

Al tiempo, se vuelve para dejar reflejado
donde la espalda termina,
su redondez rotunda,
con sima graciosa y profunda.

Las piernas, cual columnas,
sustentan esa figura monumental, bella.
Al espejo, negro de azogue, negro
de ver ese cuerpo,
de ser espejo le da tristeza...que... ser hombre,
seguro, él prefiera en esos momentos...

(De "Belleza cruel" cap.I, "Mujer deja que te hable de amor")