Año 1958
No escapábamos del rosario, de los curas del colegio.
Paseábamos la alameda con las manos en los bolsillos, rotos,
llenos de frío.
Mirábamos al negro cielo, hacíamos guiños a las estrellas,
cantábamos “en el año dos mil y pico... el hombre podrá volar”
-año 2000...qué lejano, muy lejano, nos parecía remoto, inalcanzable,
más que cualquier galaxia, -¿llegaríamos?-.
Filosofábamos, hablábamos de los aviones “a propulsión a chorro”.
Fumábamos, a trozos, los “Ideales” amarillos
con pestazo de colillas apagadas,
guardadas, escondidas, en los bolsillos del abrigo.
Hablábamos de Maribel y de Charito, mirábamos al cielo, ¡qué frío!,
las manos en los bolsillos, calor en las ingles.
La luna, galleta de plata, nos miraba, se reía congelada.
Recitábamos a Jorge Manrique, San Juan de la Cruz.
Cantábamos rancheras, silbábamos el “Puente sobre el río Kwai”
y, a veces, hablábamos de religión y matemáticas.
Y pasaba la tarde invernal del Domingo, calada tras calada
de los cigarrillos “Ideales” amarillos.
(Del cap.II, "Recuerdos con el sepia de los años")
martes, 12 de octubre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
A mí me gustaba más liar mis cigarros. Cuando pasé de liarlos compraba Celtas largos. ¿Puede concebirse intentar resolver un problema matemático sin ese fabuloso incentivo? Paseando nunca fumaba,. Siempre me pareció una herejía. Un fuerte abrazo, Jorge y gracias por enviarnos tus recuerdos.
ResponderEliminarHas conseguido trasladarme ala época de mi adolescencia, donde como bien dices, a hurtadillas
ResponderEliminarconsumía de cuando en cuando un cigarrillo, "ideales amarillos" que parecían envoltorios y algún celta largo como bien dice nuestro amigo Fernando, siempre claro está a escondidas.
Gracias por la entrada y recibe mi abrazopoeta
Un texto que es un canto aquellas tardes de domingo en las que lo único que se podía hacer de extraordinario era encender un ideal detrás de otro y hablar de como cambiar ese mundo que nos rodeaba con sus tentáculos y del que queríamos desprendernos.
ResponderEliminarUn texto precioso amigo.
Sí Fernando, es una herejía, en la que sigo cayendo. Pero el O2 me limpia rápido los pulmones. Yo fumaba los Ideales y los Celtas y el "fumaque" y lo que caía en mis manos. Con los bolsillos rotos las monedas se "escapaban" rápido.
ResponderEliminarGracias a ti, por acudir a ellos.
Un abrazo.
Muchas gracias, Anbairo. Tiempos ya muy lejanos para mi, pero vivos en la memoria.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí Luis; y sin embargo ahora estamos en éste, siempre lleno de sobresaltos. Ah! mi tocayo, el poeta, que razón tenía:
ResponderEliminar"cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor."
Estoy por suscribirlo, a pesar de los Celtas...
Un abrazo
Hola Jorge! gracias por tus palabras en mis momentosdecisivos.
ResponderEliminarUn placer pasar por este tiempo de poesía.Yo....siento pánico al encontrarme sumida cada vez más habitualmente, en este certeza de que cualquier tiempo pasado fue mejor.
Abrazotedecisivo
Pues a mí, por un momento, me has llevado allí contigo. Y era hermoso.
ResponderEliminar