Rostro sereno, aún no ajado.
Ojos profundos, inquisidores.
Boca de pétalos desflorados
de sus primaveras.
Senos que nunca fluyeron mieles,
que nunca amamantaron aunque el amor y el placer
gustaron,
henchidos en deleites y goces.
Cuerpo provocador de envites apasionados,
de relajación
de miembros enlazados, reincidentes y locos.
Los amores... aves de paso; en su sentimiento
no anidaron,
sólo posaron, descansaron su fugaz vuelo.
(De "Belleza cruel",cap.I, "Mujer, deja que te hable de amor")
domingo, 6 de junio de 2010
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A la mujer sola: nunca es tarde para que aparezca el amor.
ResponderEliminarA Jorge: felicidades por tan bello poema.
Besos.
La soledad no es buena, sobre todo en la mujer, que, por lo menos en mis buenos tiempos, necesitaba protección y estar mimada por un hombre. Hoy no sé, quizás, puede ser... Un saludo cordial.
ResponderEliminarPerfecta descripción de la soledad de esa mujer que se le va pasando la vida, o la vida va pasando de ella, sin que el amor se detenga para anidad en su alma.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy buena la evocación de esa mujer sola,que ha sido estación de paso para muchos..No obstante,en su rostro sereno,advertimos cierta calma,esperando la vida que aún queda por pasar..
ResponderEliminarMi felicitación por tu mirada profunda,amigo.
Mi abrazo inmenso de letras cercanas.
M.Jesús
La mujer siempre busca ser mimada por un varón. Y aquel varón que mima a la mujer es un hombre que da cuenta de su masculinidad. Porque, ¿A que hombre que se precie de serlo, no le encanta mimar a una mujer?
ResponderEliminarPrecioso poema
Saludos cordiales.
Psique, muchas gracias, eres muy amable.
ResponderEliminarMás besos para tí.
Fernando, hoy, aunque todo ha cambiado mucho y la mujer no tiene esa dependencia que,en muchos casos, ataba a la mujer, ella como el hombre, se siguen necesitando y complementando. Supongo...
ResponderEliminarGracias por tu visita y comentario tan acertado.
Terly, qué bien tenerte por aquí! Gracias por tus amables palabras.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
María Jesús, me alegra tenerte de nuevo por aquí; eres muy bienvenida, así como tu acertado comentario.
ResponderEliminarTe envío un beso con respeto y admiración.
Aída, como muy bien dices, nos encanta mimarlas y también que ¡ellas nos mimen!
ResponderEliminarMuchas gracias.
Besos.
Mi querido paisano la soledad cuando no es elegida, deja huella y creo que también aroma, porque la vida siempre es más bella si es compartida. Precioso.
ResponderEliminarUn besazo.
Muchas gracias, y completamente de acuerdo contigo.
ResponderEliminarBesazos para tí.
No sé cuál es la razón última por la que buscamos amores que perduren, pero si sé por experiencia que el compartir y proyectar con otra persona, ayuda sin duda a confiar en la vida y en el amor.
ResponderEliminarUn abrazo Jorge.
No siempre se encuentra el amor en una única persona. Quiero pensar que ella es feliz en su soledad y en sus recuerdos...Y en su futuro.
ResponderEliminarUn abrazo
Que pretendamos que el amor sea eterno, no es más que la proyección de nuestro deseo de eternidad, con independencia de que exista o no. El amor es la mejor experiencia humana, por tanto pretendemos que se eternice, que se eterinice incluso el amante.
ResponderEliminarPero no es posible.
A lo mejor tenemos que conformarnos con ser estación de paso. Quizá eso sea mejor que nada, quizá por ello, la calma de esta mujer que en soledad habita.
Es mejor la vida compartida, quién lo duda, pero si no fuera posible, al menos disponer de recuerdos donde fuimos dos entrelazados.
Hermoso
Luis, gracias por tu comentario con el que estoy plenamente de acuerdo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Carmen, quizá hoy, aunque este poema no tenga más de 3 años, haya quedado, incluso desde su creación, un poco desfasado.
ResponderEliminarCuando yo era crío, siempre me llamaban la atención (y para bien, o sea, que me gustaban) aquellas "chicas" de treinta y tantos años que no llevaban chicos del brazo, pero en el fondo me daban una sensación de pena, de soledad y tristeza. Quizá este poema me lo inspiraran ellas, en parte, porque entonces lo de "...el amor y el placer gustaron..." me parecen que lo tendrían muy difícil, para su degracia.
Muchas gracias por venir por aquí.
Un beso.
Amando y María,muchas gracias; nada a añadir por mi parte a lo que habéis dicho, que suscribo en su totalidad.
ResponderEliminarHa sido muy satisfactorio para mi vuestra valiosa presencia en este espacio.
Un fuerte abrazo.
¿Quién no conoce alguna de esas desdichadas? y hay quienes las miran con "envidia"
ResponderEliminarAleMamá, creo que no podemos generalizar; habrá quienes hayan optado de forma deliberada por ese estado y puedan ser felices; hoy la forma de vida les da muchas facilidades para ello. Habrá otras casadas que puedan ser mucho más desdichadas; fíjate en los telediarios lo terrible que está pasando...
ResponderEliminarUn beso y gracias por tu visita.
Bellisimo !!!!!!!!!!
ResponderEliminargracias por compartirlo.
Aurora
Gracias, Aurora por venir y dejar esas bonitas y amables palabras.
ResponderEliminarUn beso.
Deja tristeza por tanta belleza perdida (aunque también ganara en tranquilidad alguna vez).
ResponderEliminarPoema de desamor completo.
(Te he dejado una respuesta en mi blog a tu comentario a mi relato "Adiós")
Un abrazo
Soledad que si
ResponderEliminarno es buscada
duele,hallará
consuelo en el
recuerdo de las
horas compartidas.
Besos
Pues estoy de acuerdo contigo, Ángeles, si esa soledad es buscada, como más abajo señala Marisa, puede ser positiva -también se puede equivocar en esa elección- pero también también hay errores, y horrores, en la otra elección, también deseada.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte.
Así es Marisa; yo me refiero a la no buscada, a la que, por alguna circunstancia, el amor no cuajó y se encuentra sola involuntariamente, sin conocer el amor de unos hijos, etc.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte, Marisa.
Estimado Poeta amigo:
ResponderEliminarBuen texto aunque triste por su fondo: cuántas y cuántos están solos por no haber cuajado nunca el amor a su puerta? Seguro me pasará así, aunque tengo tres hijos varones, el amor no termina de cristalizar en mí pues siempre topo con compañeras celosas y posesivas (cosa que es buena pero equilibradamente, sin ofuscar al amado -a-).
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Hola, Frank, el amor es posesivo y, en consecuencia, celoso, tú lo has dicho. Es algo a compartir y tendría que ser a porciones iguales; si no es así, aquellas consecuencias (celos) se pueden desmadrar.
ResponderEliminarMe alegra mucho verte por aquí. Gracias
Un abrazo.
Los amores... aves de paso;
ResponderEliminarEn la estación de la soledad, siempre hay trenes cargados de nostalgias y recuerdos.
Besitos para ti.
A veces la soledad es necesaria, pero nunca eternamente.
ResponderEliminarBellísimo poema querido Jorge. Tu inspiración vale lo que el oro puro.
Un beso con mucho cariño.
Jorge, esta mujer sola llora en tus versos. Lindo poema amigo. Besos, cuidate.
ResponderEliminarAsí es, Elena. Esos recuerdos si son muy lejanos y no se repiten las vivencias pueden hacer aún más daño. Aunque siempre es bueno tener algo que recordar, si no, malo, malo.
ResponderEliminarMás besos.
Por supuesto, María, un poco de soledad viene muy bien a veces.
ResponderEliminarUn día de éstos, pido custodiar mi inspiración en el Banco de España...o en Suiza, que será más seguro,jajaja; que buena y linda eres! Gracias, muchas gracias.
Otro beso de iguales características.
La risa y el llanto calman el alma.
ResponderEliminarGracias, Sandrapor tu comentario.
Besos.
Bella y poetica definición la mujer sola.
ResponderEliminares como una rosa bella y sin perfume.
mariarosa
Buenas noches Jorge, lo prometido es deuda aqí estoy deleitándome con la sensibilidad de tus letras.
ResponderEliminarFue un lujo teneros a ti y tu esposa ayer en valladolid, muchas amigo mío.
Espero que el viaje de vuelta fuera satisfactorio.
Un abrazo, en nada volvemos a vernos
Muchas gracias, Marírosa, y mis disculapas por no contestar antes, pero he estado de viaje.
ResponderEliminarUn beso.
Conchi, muchas gracias. Fué una satisfacción conoceros y disfrutar de vuestro recital. Fué muy ameno.
ResponderEliminarVolvimos ayer, pues esa noche, la del 16, nos quedamos en Valladolid, para ir ayer a Medina de Rioseco donde hice el primer curso de bachillerato con los PP. Claretianos, pues le apetecía mucho a Carmen conocer esa ciudad, y a mí verla de nuevo.
Hoy leeré vuestro libro.
Nos veremos en Alcalá.
Besos.