Cuando caminas, niña,
se revolucionan las calles,
ahítas se quedan las esquinas,
en los parques los sauces lloran
sus ramas, pidiendo que no te vayas.
Las ventanas se llenan de fascinados ojos
por ver tu linda y excitante figura,
las aceras te esperan con ansia,
el sol, ¡qué envidia! te acaricia enterita,
con sus lascivos y ardientes rayos...
¡Con qué gracia mueves tu cuerpo!
tu melena cómo resbala por tu cara,
tus ojos...cómo deslumbran al mirar,
cómo hechiza, cómo cautiva tu sonrisa,
cuando, con tu inocencia, saludas al pasar.
Tus vestidos moldean tu cuerpo,
cubren tu belleza, como las cortinas
amparan monumentos; a la luz le da miedo
llegar a tu piel, mostrar tus encantos,
descubrir tus secretos...
La brisa lleva el perfume de tu cuerpo;
de rosas y jazmines es el aroma
y, también,
el color de los labios que asoman en tu cara,
quizá, ávidos de amar.
Mientras, tus cabellos flamean
cual banderas, orgullosas,
de los imperios de la juventud y belleza.
(De "Belleza cruel"cap.I, "Mujer, deja que te hable de amor")
viernes, 23 de abril de 2010
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Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUn precioso poema
ResponderEliminara la mujer, yo diría
que todo él es un piropo
lleno de encanto.
Besos.
Me encanta el poeta que canta a la mujer. Bello poema.
ResponderEliminarSaludos Poeta,
Hasta pronto,
Aída
No sé si el poema es para una "niña" en concreto o para todas las "niñas", sea como fuere, no creo que les hayan dedicado nunca un poema con tanto arte, música y gracias.
ResponderEliminarPrecioso.
Un arazo.
Muchas gracias, Marisa; un piropo a la mujer, pretende serlo.
ResponderEliminarUn beso para tí, con cariño y respeto.
Aída, la mujer es el ser más bello de la creación, el que más mereece el canto de los poetas; yo lo intento.
ResponderEliminarBesos.
Mercedes, gracias a tí. Por supuesto que es para todas las "niñas", para la mujer; si te ha gustado acéptalo, pues a tí va, también, dirigido.
ResponderEliminarUn beso.
Cuánto halago reunido en la mujer que describen tus versos!. Una preciosa dedicatoria a ella.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué derroche de halagos y bellas metáforas, qué delicadeza y qué belleza.
ResponderEliminarBesos, muchos.
Derroche el tuyo, de generosidad.
ResponderEliminarGracias, mcuchas, mi querida Paloma.
Besos, siempre llenos de cariño y respeto.
Maravillosas letras!
ResponderEliminarMis felicitaciones Jorge!
Muchas gracias, Laura.
ResponderEliminarUn beso.
wonderful my friend,
ResponderEliminarjan :)
I enjoy for tu visit to my blog; thanks.
ResponderEliminarBest regards.
Mi querido Jorge: Es una preciosidad de poema lleno de ternura y admiración que va rodeando a la jovencita que camina ajena a los sentimientos que despierta.No te rias de mí pero parece como una bella oración.
ResponderEliminarMil besos y mil rosas.
P.D/ Felicidades atrasadas por el día de tu santo. Espero que haya sido un bonito día.
Estimada Malena; muchas gracias por tus palabras que tanto quieren agradar, consiguiéndolo, por supuesto; como esa cantidad de besos y rosas que me envías y que yo acepto encantado. Sí, es admiración, sobre todo, lo que se pretende transmitir.
ResponderEliminarYo te envío un beso y una rosa más, mil y un besos y rosas para tí. Gracias, y gracias por esa felicitación que llega muy a tiempo.
hermoso...
ResponderEliminarMuchas gracias,Elle.
ResponderEliminarAbrazos.
Le deseo mucho éxito con sus magníficos poemas, D.Jorge, un saludo.
ResponderEliminarMuy agradecido por su visita, Sr. Garc´´ia Franc´´es y por ese deseo al mismo tiempo que su amable calificativo a mis poemas.
ResponderEliminarOtro saludo para Vd.
Jorge, que linda es esta niña que en tu poema sonrie llena de juventud y belleza. Hermoso poema Jorge. Te dejo un beso a la distancia, cuidate amigo.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado, Sandra.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte.
¡Jorge, Jorgeee, no conozco a nadie que haga versos tan dulcemente sensuales como tú!! :)
ResponderEliminarEste poema lo releo y recito de nuevo, ya me pareció sublime la primera vez...¡Tú tienes a todo el Helicón de tu parte!! ¿o qué? ;)
"Cuando caminas, niña,
se revolucionan las calles (...)
cómo hechiza, cómo cautiva tu sonrisa,
cuando, con tu inocencia, saludas al pasar".
A mi padre le hubiera encantado leerte, creo que si se hubiera dedicado a ello hubiera sido un gran poeta también...
Te copio aquí uno que salvé de sus cuadernos:
"Piensa que el mundo se acabará,
que las estrellas perderán su brillo,
y que el Sol quedará en Tinieblas,
pero mi amor por ti
no podrá abatirlo el tiempo
por ser Eterno.
Tuyo hasta el fin".
Santiago Cano Solana.
Muchos besotes, querido Jorge, un placer.
Una serie de piropos encadenados. Estará agradecida la inspiradora del poema, aunque el mérito es tuyo que la has mirado con ojos de poeta.
ResponderEliminarSaludos
Teresa
Mar, cómo te agradezco tus palabras, tan cariñosas! Preciosos los versos de tu padre, declaración de amor y de bellas intenciones a las que habrá sido fiel.
ResponderEliminarMuchas gracias por todo.
Un beso muy fuerte.
Mª Teresa, gracias; esos "piropos encadenados" van dirigidos a la mujer, a tí entre ellas. Muchas gracias por estar aquí.
ResponderEliminarUn abrazo.