¡Oh! muchacha de encantos
inexplorados.
¡Oh! belleza cruel, cuerpo incendiario,
-mirada inocente, sonrisa huidiza,
andar despistado-
objeto de miradas abismadas
y carnales ansias.
¡Oh! inocencia destructora de corazones,
sosiegos y templanzas.
Sin tú quererlo, sin saberlo,
¡no sabes lo que provocas…!
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Un poema precioso, que expresa son con sensibilidad e inteligencia la tentación que provoca la belleza y la inocencia.
ResponderEliminarUn abrazo
A beleza quando pudorada naturalmente, é irresistívelmente poética e por isso alimenta a mais do que os sentidos e você expressou isso muito bem.
ResponderEliminarUna exaltación
ResponderEliminarde la frescura
de la inocencia
y la juventud.
Delicada y bellamente
expresada.
Besos
Yo sí sé lo que provocas con tus versos, mi admiración total.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo
Me encanta como escribes de esas cosas que en apariencia no se ven pero que sin embargo sentimos cuando alguien que nos gusta y nos provoca pasión desbocada, se pone ante nuestros ojos y se deja mirar tal vez con la promesa de un disfrute mayor. Un saludo, amigo.
ResponderEliminarPrecioso Jorge, y es que la provocación siempre es mayor cuando no se persigue, algo así como cuando decimos que es más excitante lo que se sugiere que lo que se enseña.
ResponderEliminarBesos
Precioso, preciosito poema.
ResponderEliminarSaludos cordiales, poeta.
Hasta pronto.
Acabo de leer las palabras que has dejado en mi blog y no he podido resistir la tentación de venir a darte las gracias, por si no vuelves a la misma entrada y quedan los agradecimientos a merced del viento. Tú sabes lo importante que es para un escritor que el lector disfrute de su obra, siempre digo que el lector es la voz del escritor. Saber que me sigues y gozas de la lectura es para mí el mejor galardón. Gracias de todo corazón.
ResponderEliminar¡Ay, querido Jorge!
ResponderEliminarYa entendí el por qué has adjetivado tu "BELLEZA" con "CRUEL".
Creo que en tu sentir, el adjetivo CRUEL se refiere a todas las cosas tan bellamente crueles o de belleza excesiva, que producen tal deleite que llega incluso al sufrimiento o padecimiento de quién osa disfrutar de ellas...:=) ¿me equivoco?
¡Este poema es una muestra exquisita de ello!!
PSD: Tu libro, que ya forma parte indisoluble de mis libros de cabecera, sigue proporcionándome el mismo solaz y consuelo que la primera vez que lo abrí...Cada vez estoy más convencida de la magia que alberga...
Un abrazo.
¿Escuchaste el "Romance de la mierda" del padre de Terly? ¡¡Sensacional, no te lo pierdas!!
Amigo mío:
ResponderEliminarSeguiré tus tres pasos.
Abrazos.
Muchas gracias, Mercedes.
ResponderEliminarUn beso.
Bárbara, agradezco tus amables palabras.
ResponderEliminarAbrazos.
Marisa, siempre tan amable y generosa.
ResponderEliminarUn beso.
Emibel; la admiración es mutua.
ResponderEliminarAbrazos.
Muchas gracias, Luis es muy gratificante para mí verte por aquí.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Así es Narci; el misterio...Aquellas faldas hasta los tobillos...
ResponderEliminarNo obstante tampoco están mal las minifaldas, para qué engañarnos...
Un beso.
Pluma roja, cómo agradezco tu visita y bonitas palabras.
ResponderEliminarUn fuerte beso.
Mercedes ya te dejé mi opinión a este respecto en tu blog..
ResponderEliminarGracias por tu visita.
Un beso.
Hola Mar! Pues efectivamente, las disfrute o por muy osado que se sea no se disfruten; sobre todo ésto último.
ResponderEliminarTu simpatía y generosidad es auténticamente mágica.
Sí, escuché el romance, me gustó y me maravillé de la calidad de sonido.Por cierto, se me ha olvidado comentárselo a Terly.
Mar un beso muy fuerte.
Jesús yo te agradezco tu amabilidad y también sigo los tuyos.
ResponderEliminarUn abrazo.