sábado, 30 de octubre de 2010

Se hizo el mal por todos...

Dejémonos de colores,
rojo, azul, azul y rojo; ¡basta ya!-
acabemos, de una vez por todas,
con las dos Españas.

Gobernantes y gobernados
dejémonos de odios;
miremos hacia atrás
sin iras ni rencores;
no encendamos, una vez más,
la mecha de la venganza.

Los odios traen las guerras
y el rescoldo de la guerra
-campos y ciudades
con sangre, inocente, derramada-
es más odio.

Han pasado los años, nada es igual que entonces;
atrás quedó, en aquella mísera España,
el analfabetismo, la injusticia, el hambre;
hoy al pueblo no se le engaña.


(Del cap. II, "Recuerdos con el sepia de los años")

12 comentarios:

  1. Y yo grito contigo este poema. No puedo entender a quién le interesa esta estúpida y eterna polémica.
    Hasta la próxima.

    ResponderEliminar
  2. Completamente de acuerdo contigo, Jorge.
    Hay que dejar atrás los rencores y construir otra España nueva y unida.
    Un beso enorme.

    ResponderEliminar
  3. Un buen poema con un gran mensaje de paz. Pienso que es justo y necesario lo que dices.

    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Tienes razón Jorge. El odio sólo conduce a más odio, a más venganzas. Sin embargo, los rescoldos que no se apagan, basta con una brisa de aire para que vuelvan a encenderse y arder. Es cierto que al pueblo ya no se le engaña tan fácilmente, pero el hambre sigue existiendo, qué más da bajo qué color o qué bandera. El hambre, la miseria, la sangre inocente de todas las batallas.
    No me canso de leerte.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Querido Jorge hablas
    con el corazón en la
    mano,la experiencia
    nos dicta como debe
    sentir el humano y no
    volver a rencores y
    venganzas, la causa
    de tanto daño.

    Un gran abrazo

    ResponderEliminar
  6. Disculpad que haya retrasado mis respuestas pero estoy fuera.
    Me alegro que estemos de acuerdo.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  7. Gracias por estar aqui. Otro para ti, Laura, con mis saludos.

    ResponderEliminar
  8. Las hambres no se solucionan con las guerras, todo lo contrario, al igual que los odios y rencores, que se multiplican.
    Gracias, Carmen. Yo también disfruto mucho leyéndote, prosa y verso.
    Un besazo.

    ResponderEliminar
  9. Marisa, perfectamente de acuerdo.
    Muchas gracias por tu visita.
    Otro beso fuerte para ti.

    ResponderEliminar
  10. Un mensaje maravilloso en tu poema querido Jorge, vengo a dejarte un grandisimo abrazo
    Stella

    ResponderEliminar
  11. Buenas tardes Stella, acabo de ver tu mensaje; disculpa, últimamente salgo menos en la red,
    Te envío otro abrazo.
    Gracias.

    ResponderEliminar