miércoles, 15 de diciembre de 2010

No tomó ese camino

…Y no es que ése no fuera el momento de huir,
era el lastre que arrastraba consigo.
Llevando sus recuerdos… ¿para qué otros caminos?
lo que era su tormento con él se lo llevaba.
Había un solo camino a recorrer, ligero
de peso; un oscuro túnel y una luz al final…
no tomó ese camino.
Sus recuerdos, la vida le anduvo persiguiendo,
y él se dejó alcanzar,
acariciando su, ahora, amable cara.

(Del cap.III, "De ahora y de siempre")

viernes, 10 de diciembre de 2010

Lluvia

Los pájaros, en las moreras,
alborotan con sus cantos.
Es otoño, está nublado, no hay frutos,
se me antoja un concierto extraño.

Otoño...los árboles se están desnudando,
pudorosos, con luces grises
de cielo plomizo y sol cansado.
Las tierras están sedientas, abiertas,
cual amante lujuriosa, hambrienta.

Las hojas secas –brasas apagadas
del verano- acogen mis pasos,
su crujido es la mustia letra de una canción
de letargo, de muerte, de espera.

Gimen, melancólicas, las nubes,
los pájaros callan, se cobijan en sus nidos,
las arizónicas me regalan su aroma,
el campo exhala, complacido,
su perfume a tierra mojada.
Mi andar, con la lluvia, se hace más lento;
quiero sentir el agua en mi cara,
en mi piel seca, -como la tierra, arrugada-
por sus surcos las gotas resbalan,
inundan mi corazón de sosiego;
agradecido, mis ojos levanto
al generoso cielo.

(Cap.III, "De ahora y de siempre")

viernes, 3 de diciembre de 2010

Bosque

Catedral, monumento verde en la espesura,
tus columnas se levantan al cielo
con el ulular del viento,
tejiendo, en sus ramas, la gran cúpula.

El sol se filtra entre las cristaleras del aire
y múltiples reflejos;
leve luz, muy tenue, que invita a la contemplación,
a la melancolía; soflama de ilusiones
perdidas,
vía crucis de pasiones y vidas solitarias.

El rumor del arroyo recorre tus sombras, cual
agua bendita irreverente,
se envuelve con sonidos de timbales de cigarras,
con cantos de aves y los rugidos de alimañas.

(Cap.III, "De ahora y de siempre")