viernes, 23 de abril de 2010

Cuando caminas, niña

Cuando caminas, niña,
se revolucionan las calles,
ahítas se quedan las esquinas,
en los parques los sauces lloran
sus ramas, pidiendo que no te vayas.

Las ventanas se llenan de fascinados ojos
por ver tu linda y excitante figura,
las aceras te esperan con ansia,
el sol, ¡qué envidia! te acaricia enterita,
con sus lascivos y ardientes rayos...

¡Con qué gracia mueves tu cuerpo!
tu melena cómo resbala por tu cara,
tus ojos...cómo deslumbran al mirar,
cómo hechiza, cómo cautiva tu sonrisa,
cuando, con tu inocencia, saludas al pasar.

Tus vestidos moldean tu cuerpo,
cubren tu belleza, como las cortinas
amparan monumentos; a la luz le da miedo
llegar a tu piel, mostrar tus encantos,
descubrir tus secretos...

La brisa lleva el perfume de tu cuerpo;
de rosas y jazmines es el aroma
y, también,
el color de los labios que asoman en tu cara,
quizá, ávidos de amar.

Mientras, tus cabellos flamean
cual banderas, orgullosas,
de los imperios de la juventud y belleza.

(De "Belleza cruel"cap.I, "Mujer, deja que te hable de amor")

jueves, 15 de abril de 2010

Tu mirada me atraviesa...

Me miras como si yo fuera, para ti,
desconocido,
como si vieras a otro que yo no conociera,
como si yo fuera distinto al de antes
...como si ya no me quisieras.
Tu mirada me atraviesa
como si yo fuera invisible,
como si tú ya no me vieras.
Cuando me miras
tus ojos me hablan de total indiferencia.
Quisiera que fueras ciega
de esa forma de mirarme
y que, así, mi amor, tú no me vieras.

(De "Belleza cruel", cap.I, "Mujer, deja que te hable de amor...")

jueves, 8 de abril de 2010

¡Ay, mi amor!

Líbrate de sucumbir a ese amor,
que dicen que no te conviene…


Si tú les escucharas, oirías los argumentos
que oyen todas las esquinas...

Señor, Señor! Como si el corazón se abriera a la razón,
al cálculo, a la suma.
¡Yo quiero a mi niña morena!
y soy sordo cuando sus ojos me miran como me miran,
y soy ciego cuando sus labios pronuncian mi nombre,
y subo al cielo cuando su piel acaricia mi piel.

Y dicen... lo que digan,
sonrían... como sonrían;
¡yo quiero a mi niña morena!

¿Podría vivir, mi amor, sin tu amor?
¿Podrían mis ojos ver, sin a ti, mi amor, verte?
¿Podría mi piel gozar,
sin mi piel gozar de tu piel?

¡Ay, mi amor, es mi alma esclava de tu alma!
Y lo que digan...y como sonrían...
no es nada que pueda detener
nuestra loca pasión desatada.

(Del poemario "Me traía una sonrisa")