Hoy he vuelto a mi pueblo,
he paseado por sus calles
tranquilo y… emocionado;
he viajado en la distancia,
he andado los caminos de antes;
otras caras...
Tiendas con otros letreros
no consiguen borrar mis imágenes;
otros nombres, otras mujeres,
otros hombres...
mi pueblo...
he pasado por las casas
que me cobijaron de niño;
he visto el patio,
lugar de mis pequeñas batallas,
he visto las ventanas,
mis ventanas... que yo creyera grandes, muy grandes;
por ellas veía mi mundo,
de juegos, de ilusiones...
dentro, caricias y besos...
Hoy sus muros están mudos
de nuestras voces y risas
-mis hermanas, mis padres-
¿Dónde están mis compañeros
de colegio, de juegos y canciones,
dónde mis primeros amores
–dónde aquellos besos-?
¿Dónde los grandes olmos
de la alameda, frondosa, de entonces?
-he visto algunos tristes troncos,
como huesos desnudos-
... nada de la grandeza de otros tiempos.
Sigüenza...
la brisa de los pinos
se lleva mis recuerdos y nostalgias...
(Del cap.III, "De ahora y de siempre")
miércoles, 26 de enero de 2011
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Qué bonito, Jorge.
ResponderEliminarHe viajado contigo al pasado, me he emocionado y he mirado por esas ventanas...
... y he creído oír las risas de un niño que soñaba con la luna, con el amor y con un horizonte plagado de luz y risas...
Muchos besotes.
Se lleva tus recuerdos y nostalgias y te deja, en cambio, un poema maravilloso, entrañable y lleno de sentimiento.
ResponderEliminarMagistral, queridísimo Jorge!!!
Ese pueblo está en ti,en tus ojos sus ventanas,en tu corazón las casas y en tu mente y tu memoria los besos y las palabras...!
ResponderEliminarMi felicitación por tu bello poema,que hacemos nuestro,amigo.
Mi abrazo grande por tu inmensidad de espíritu.
M.Jesús
Transmites muy bien esa sensación que se tiene al volver a los lugares que acogieron nuestra infancia... Me encanta.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte, amigo.
Ay, qué puedo decirte, me llenas el alma de infancia con este bello poema.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, fuerte.
Es ahora otra mirada,
ResponderEliminarde callada nostalgia
la que sientes por tu
querida Sigüenza.
Unos versos muy emotivos
Jorge.
Abrazos.
Tu pueblo te habita en el alma y el recuerdo. Todos están contigo siempre, aunque el mundo cambie y parezca arrasarlo todo.
ResponderEliminarBesos
Ya sabes aquello de nunca vuelvas al lugar donde fuiste feliz, y tú lo has contado con gran sensibilidad.
ResponderEliminarHasta la proxima.
¡Qué hermoso!
ResponderEliminarMientras te leía, yo también caminé por las calles de mi pueblo viejo que hoy en día es moderno.
Un abrazo
Pues si Jorge, desde entonces a hoy Sigüenza
ResponderEliminarha cambiado como de la noche al día, los años
(han ido pasando sin mover ni un adoquín de la
calzada), sus muros están mudos. Como nosotros,
añorando aquél bullicio tan peculiar delos publos los días de mercado, y tantas cosas más.
Hermoso poema para recordar...
Un abrazo, Ángel.