El sol no se puede ver
en los espejos del agua;
su belleza
le deslumbra su mirada.
Sol
Tu haz de luz, cual viril falo,
calienta a la Tierra, la penetra y la preña.
Luna
¡Juguetona!
te deslizas por la Tierra, rompiendo las sombras.
Cielo
Cielo… ¡presumido!
que te miras
en los espejos de todos los mares,
y en los espejos de todos los ríos.
Gráciles y dicharacheras
Las manos de los sordos –gráciles y dicharacheras-
baten el aire cual raudas palomas mensajeras.
domingo, 29 de mayo de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hola, Jorge:
ResponderEliminarQue poema más simpático, me ha gustado mucho. Siempre se asocia el romance entre doña Luna y don Sol; pero esa imagen del Sol preñando la Tierra con su calor ¡me ha parecido bellísima!
Besitos de Domingo...
como siempre dulce e insigne poeta nos acaricias los sentidos con tus bellisimas letras, esta asturiana amiga y admiradora te da infinitas gracias por ello y te manda un besin muy grande.
ResponderEliminarMe sigue encantando el sol, aunque ahora el cielo también me ha cautivado.
ResponderEliminarEl 1 voy a la presentación. Supongo que nos veremos allí.
Un abrazo.
Tu perspectiva mirando hacia arriba me ha encantado,Jorge.Efectivamente,el sol y la luna cumplen de forma excelente con su cometido y el cielo,siempre presumiendo con sus continuos cambios de vestuario, no deja de mirarse al espejo.
ResponderEliminarMi felicitación por tu creatividad y mi abrazo inmenso siempre,poeta.
M.Jesús
Bello, alegre y especial. ¡Felicitaciones! Un abrazo.
ResponderEliminarLindo Poema, Jorge... Obrigada pela visita !
ResponderEliminarBeijo
Agua, sol, cielo
ResponderEliminary manos de ciego,
todo me ha gustado.
Besos