Tiene una edad incierta
¿doce, quince, diez y ocho años?
no lo sé, pero es alto y parece fuerte.
Tiene ciertas deficiencias...
necesita la mano, el apoyo del padre.
Les veo pasar todos los días,
con su andar inseguro, atropellado, con cuerpo
inestable.
El padre, mayor y menudo, tiende su mano,
le sostiene;
por ahora puede ayudarle; más tarde...
sacará fuerzas... ¡seguro!
Su cuello sostiene una cabeza
que siempre mira al cielo,
a veces, dando rápidos giros.
Su boca es grande, abierta -labios gruesos, carnosos,
rojos- su cara en perenne sonrisa.
Mientras caminan, él, de medio lado,
mira a su padre, más bien, le acaricia,
con sus ojos inocentes; le adora,
le echa besos cariñosos, sonrientes.
Le habla, le dice palabras que sólo él entiende;
y sonríe... abre su descomunal boca, en plena
y feliz mueca...
El padre derrocha amor, con su dulce sonrisa,
con tristeza escondida, como sus pensamientos;
dudas de un futuro incierto, su indefenso hijo
sin su padre,
sin su báculo, sin su amigo...
¿Pensará en ello su hijo?
(Cap.III, "De ahora y de siempre")
domingo, 27 de febrero de 2011
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que belleza de poema, llega hasta el alma muchisimas gracias por hacernos participes de su valia y belleza, un besin muy grande de esta asturiana.
ResponderEliminarEs una pena cuando los hijos nacen con defectos físicos, en verdad son una cruz muy pesada para los padres, que sólo pueden cargar gracias al INMENSO amor por el hijo; conozco a una familia en que el padre perdió el jucio al ver a su primogénito nacer con labio leporino, imagino su horror, toda su tragedia; toda la ilusión con que veían el futuro se derrumbó; sin él, la madre se hizo lavandera, doméstica, costurera y pañuelo de lágrimas de´las burlas y ofensas que le hacían a su hijo en forma diaria. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarSu hijo quizás no piense,
ResponderEliminarél se siente seguro feliz,
mientras su padre piense
por los dos, el sólo se limita
a derrochar cariño.
Por la experiencia de mi trabajo
he tenido que estar muchas veces en
la piel de esos padres,
su mayor preocupación
es el pensar que será de esos hijos
cuando ellos falten,
es una asignatura pendiente
de todos los gobiernos que yo recuerde.
Has tocado un tema muy sensible.
Muchos besos Jorge.
Qué triste, de verdad que tristeza. ¿Qué será de ese niño? Razón para preocuparse y sufrir.
ResponderEliminarPrecioso.
Un fuerte abrazo.
Quisiera saber sobre la salud de nuestro amigo poeta. Gracias.
Precioso poema, Jorge. Sin duda ha de ser dolorosa la incertidumbre de esos padres respecto al futuro de sus hijos.
ResponderEliminarBesos