¡Pobre estatua de mármol frío y duro!
sin corazón, sin alma; tú eres, sólo, bella...
Cuando la luna te mira eres de nieve blanda,
nacarada.
Tus ojos tristes, sin destellos,
sin lágrimas.
Tus cabellos quietos, al soplar el viento.
Vigía de noches de amor, de lunas
llenas y lunas moras,
codiciosa de caricias y besos
permaneces erguida, orgullosa,
siempre mirando sin mirar.
Tus pies, frágiles y desnudos
en los fríos de las noches y los días,
te sostienen incansables sin tener donde ir;
siempre quieta, sólo se mueve tu sombra.
Treinta años mía...
no me conoces, no me saludas... yo,
enamorado de ti,
sin verte, te veo desde mi alcoba;
tú ahí sigues mojada,
sólo, por el rocío y la lluvia.
(De "Belleza cruel", cap.I, "Mujer deja que te hable de amor")
sábado, 28 de noviembre de 2009
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jorge un bello poema, distinto porque el amor lo provoca una fria y bella estatua, mee ha gustado mucho su originalidad
ResponderEliminarYHn abrazo
Stella
Gracias, Stella.
ResponderEliminarOtro abrazo para tí.
"Solo se mueve tu sombra"..
ResponderEliminarEsa sombra que le da vida al frío mármol, incansable testigo de miles de pasos, miradas, risas y llantos...en su soledad se reflejan años de quietud, si tan solo tendría la capacidad de soñar...quizás sea eso, solo un sueño lo que la mantiene en pié...quizás no...
Bellísimo poema Jorge, en sus letras podemos volar en los sueños de la imaginación...
Un placer leerte poeta
Un abrazo a tu alma, cariños
Por casualidad llegué a tu blog, y me ha encantado, por acá estaré pasando. Date un paseito por el mío, cuídate...
ResponderEliminarSaludos, Esneider Cardona
http://aullidos911.blogspot.com/
Maravilloso poema y al mismo tiempo estremecedor . Imposible de explicar , pero es así cuando la magia del arte te invade .
ResponderEliminarUn beso .
Cuántos secretos guardarán esas frías y húmedas estatuas, complices de amores y desamores...
ResponderEliminarBello y sublime poema, Jorge!
Gracias por compartirlos
Un saludo
He estado fuera hoy y no he podido contestar antes; muchas gracias a Mónica,Esneider,Loli y Emibel por vuestras palabras.
ResponderEliminarAbrazos.
Esas estatuas testigos mudas de nuestros sueños, nuestros fracasos, nuestros anhelos, fieles almas de piedra y de silencios petreos. Me gustaron tus versos. Feliz día. Un besito.
ResponderEliminarHas hecho otra versión del poema, y muy bonito, por cierto!
ResponderEliminarMuchas gracias por visitarme y por tus palabras; espero nos sigamos leyendo.
Otro besito para tí.
Hermosísimos versos de admiración a la estatua de una mujer que ha sido capaz de provocar tu inspiración, lejos de la frialdad de la piedra.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Anabel, por tu visita y por tu amable comentario.
ResponderEliminarOtro abrazo para tí.
Jorge, un poema bellísimo que me ha conmovido en lo más profundo por tanta sensibilidad como derraman sus versos.
ResponderEliminarMi abrazo admirado.
Un poema hermoso Jorge. Es bello tu sentir en letras, magica tu inspiracion que invita a imaginar. Un beso a la distancia, cuidate. Gracias por estar en mi rincon poetico.
ResponderEliminarMuchas gracias, Poetiza; ese beso aun en la distancia ha llegado cálido.
ResponderEliminarOtro para tí.
Candela te agradezco tus palabras; me alegro que te haya gustado.
ResponderEliminarRecibe un beso con mi admiración por tu trabajo literario.
Beso.
Luego de recorrer varios de tus muy buenos poemas me detengo en este porque me ha parecido realmente especial, hay mucho en él que le da un toque propio, muy tuyo. Eso es bueno, estoy seguro.
ResponderEliminarMe gustó, te dejo un cálido abrazo.
Muchas gracias, Navegante del alma; te agradezco tu visita y tus palabras.
ResponderEliminarTe deseo pases unas entrañables fiestas.
Otro abrazo para tí.